domingo, 19 de julio de 2015

Cuidemos y motivemos a los trabajadores de la empresa, en particular a los buenos.


Este post trata sobre algo que todo el mundo sabe pero que conviene recordarlo de vez en cuando.

Nos encontramos en un momento en el que la recuperación económica en España es ya un hecho y muchas empresas están empezando (si no lo han hecho ya) a analizar de nuevo el mercado en profundidad, las posibilidades de crecimiento, sus estrategias de futuro, etc. con un horizonte más claro que hace unos años. Y claro, como es lógico necesitarán en muchos casos nuevas caras que aporten nuevas soluciones, en general, aire fresco y bueno: los mejores a ser posible.

Por lo tanto, es hora de cuidar aún más si cabe a los buenos profesionales que tiene uno en plantilla. Si, cuidarlos y motivarlos.

No nos olvidemos que el principal activo de cualquier empresa es su personal. Y sí, nadie (absolutamente nadie) es imprescindible, pero…


Si los buenos encuentran nuevas oportunidades que les motiven más, que les ofrezcan algo que su empresa no les ofrece, o si simplemente no encuentran en su casa lo que creen que pueden encontrar fuera… pues al final se irán: el miedo al cambio, zona de confort y todo eso está desapareciendo poco a poco (y eso es bueno, muy bueno).

Esto es especialmente importante en el área comercial: si se te van los buenos, tienes un problema, no lo dudes: el coste para una empresa de reemplazar a un buen trabajador es muy elevado en general y más incluso en un departamento comercial.

Una buena empresa (e inteligente) motiva al máximo a su equipo, ofrece formación, retos, oportunidades, habla con ellos, ofrece expectativas y premia al que sobresale. En resumen, cuida al máximo al personal en general y al sobresaliente en particular.

Por lo tanto: máxima atención y cuidemos al equipo humano que tenemos si no queremos tener sorpresas.