sábado, 18 de febrero de 2017

La cartera de clientes: Ese complejo concepto de gestionar y de organizar. Conclusiones.


Una vez transcurrida una semana para pensar un poco sobre el tema, vuelvo con la misma pregunta: ¿cómo gestionar la cartera de clientes de una empresa de forma eficaz? Más concretamente, ¿como dividirla entre  los miembros del equipo de ventas?

En mi experiencia, he observado en ocasiones que grandes desequilibrios ocasionan desmotivación en el equipo ya que desgraciadamente (y erróneamente) se tiende a comparar. Un señor o señora que gestiona una cartera de por ejemplo 3 millones de euros con 20 clientes y otro del mismo equipo que tiene lo mismo (3 millones) pero con 200 clientes es un gran desequilibrio. El segundo en principio tendrá más trabajo para lograr la misma cifra de ventas que el primero. Por otro lado, el primero, también en principio, tendrá clientes de mayor volumen y que exigirán una atención muy cercana para mantenerlos fieles a la compañía.

Gestión completamente diferente pero con el mismo resultado en cifra de ventas pero, ¿y la rentabilidad?

Yo creo que lo más importante no es tanto el volumen de ventas (que es importante, qué duda cabe) sino la rentabilidad que se obtiene de esas ventas. Recordad que la empresa que más factura no tiene por qué  ser la más rentable.

Sinceramente, yo prefiero vender menos pero con más rentabilidad, cumpliendo un objetivo de ventas real y necesario para la compañía que asegure el objetivo de la empresa en cuanto a  rentabilidad para poder acometer inversiones, crecimiento, etc. que tener un “exceso” de ventas con poca o nula rentabilidad y que pueda provocar alguna dificultad operativa o incluso, por qué no, financiera.

Por lo tanto, lo más importante a la hora de catalogar a un comercial no es cuánto vende sino cómo vende y por tanto, yo soy partidario de repartir la cartera de clientes de la empresa incluyendo clientes más rentables y menos rentables (así como los de más facturación y de menos) entre los diferentes comerciales para que todos tengan la oportunidad de desarrollar sus habilidades, enfrentarse a todo tipo de situaciones y para evitar entrar en dinámicas peligrosas: el que sólo tiene clientes poco rentables y vende por tanto por precio, tiene tendencia a pensar que “el mercado es así” y lo seguirá haciendo si no tiene la oportunidad  de ver que otros clientes del mismo mercado también aceptan precios más altos que valoran otros aspectos como la calidad, el servicio, etc. y aumentará por tanto su eficiencia y por qué no decirlo, su experiencia y profesionalidad.

El tema da para mucho más. Como conclusión: en el equilibrio está la virtud.

domingo, 12 de febrero de 2017

La cartera de clientes: Ese complejo concepto de gestionar y de organizar.


Gestionar una cartera de clientes es algo que mucha gente puede hacer. Hacerlo de una manera eficaz, ya es otra cosa.

En  muchas ocasiones, se tiene la tendencia a “dividir” la cartera de clientes o a compensar la misma en función de la facturación total de los clientes de la empresa.

Así pues, se habla de personas que gestionan una cartera de 3 millones de euros, por ejemplo.

En mi opinión, grave error medir la cantidad de trabajo o la capacidad o la eficacia de un técnico comercial, de un vendedor, etc. por ese parámetro, hay que ir un poco más lejos.

Veréis, es acaso lo mismo gestionar una cartera de 20 clientes que facturan 3 millones o una de 200 clientes que facturan igualmente 3 millones?

Se presupone que no, aunque la facturación sea la misma, la gestión será totalmente diferente en cada caso.

Por otro lado, es el mismo resultado gestionar una cartera de 3 millones con una rentabilidad media de por ejemplo el 10% y una de 1,5 millones que logra obtener una rentabilidad del 20%?

Pues tampoco es lo mismo. El segundo caso factura mucho menos pero consigue una rentabilidad mucho mayor para la empresa.

¿Qué es mejor? ¿Qué es peor? ¿Qué es más fácil? ¿Qué es más rentable?

Dejo las respuestas abiertas para la reflexión de los que lean este artículo.