sábado, 16 de mayo de 2015

Benditos problemas con los clientes.


Cuando se cierra una venta o se consigue un nuevo cliente  nos entra una especie de satisfacción interna que es difícil de explicar a los que no están metidos en estas guerras. La satisfacción del trabajo bien hecho. Es en ese momento cuando nos vamos a tomar unas cervezas para celebrarlo o similar.

Pero, desgraciadamente, hay dos grandes errores que se cometen en numerosas empresas a partir de ese momento y que son los siguientes:

1. La venta se termina cuando se cierra el contrato. Asunto cerrado. ¿Cerrado? No. Más bien, acaba de empezar…

 2. El “jefe” ante dificultades o problemas en clientes dice cosas como “de eso que se encargue postventa o atención al cliente o algo parecido, tu dedícate a vender, a conseguir nuevos clientes”. Esto pasa en muchos sitios donde parece que es mejor y más eficaz tener nuevos clientes que mantener a los que ya nos compran. Yo no lo entiendo, sinceramente: fidelizar y atender a los clientes que ya tenemos es vender y crecer, que a nadie se le olvide.

Si alguien ha escuchado o utilizado alguna de estas dos frases, por favor que luche con todas sus fuerzas para cambiarlo o se acabará perdiendo clientes y cuota de mercado. Es así de sencillo.

Cuando un cliente tiene algún problema con nuestro producto, servicio, etc. quiere que se de la cara, se analice la situación, se proponga soluciones o alternativas... No digo que los chicos de postventa o atención al cliente lo hagan mal, sino que es el técnico comercial, jefe de ventas, etc. el que tiene que liderar el proceso, el que tiene que vender. VENDER con mayúsculas y fidelizar al cliente.

Esconderse, ocultarse, no hacer el suficiente caso y con la rapidez necesaria a las quejas o mejoras que se nos proponen o decir cosas como “ese ya no es mi problema, que se encargue otro” solo conduce a que el cliente esté insatisfecho y acabe por buscar alternativas.

Conviene recordar que un problema, queja o similar en un cliente es una oportunidad. Sí, sin duda es un engorro pero a la vez es una oportunidad para fidelizar al cliente, lograr soluciones de mejora extrapolables a veces a otros clientes, alcanzar relaciones de partners con nuestros clientes en vez de sólo cliente-proveedor, incrementar las ventas, etc. En definitiva, es fundamental trabajar con un horizonte largo plazo con nuestros clientes para lograr relaciones duraderas y fiables.

Tengamos siempre presente lo siguiente:

1. De problemas en clientes en los que parece que el mundo se va a terminar, suelen salir los clientes más fieles a nuestra empresa siempre que la atención comercial sea la correcta.

2. Conseguir un cliente puede llevar mucho tiempo. Perderlo, solo un segundo.

sábado, 9 de mayo de 2015

Esos locos compradores...


Seguramente os ha pasado a muchos. Ir a vender algo realmente bueno para vuestra empresa y para el cliente (la mejor opción y solución posible) y encontraros con que, a pesar de estar hablando con la persona que decide y haceros ver que va a acabar firmando con vosotros ya que la solución planteada (proyecto, producto, servicio) es la mejor para ambas partes, al final no sale la operación y compra a la competencia.

Es cuando aparecen las preguntas: ¿hay algo más por detrás? ¿Por qué me han hecho perder el tiempo a mí y a mi empresa? ¿Por qué ellos han perdido también el tiempo? ¿Es posible que esta empresa solo considere el precio y no otros aspectos?

Esas respuestas quedan para otro post. Hoy quiero analizar el caso contrario.

Ese señor o señora, comprador profesional, con formación y conocimiento más que contrastado que quiere tu producto, tu servicio, tu empresa, porque sabe que es la mejor opción para la suya, y que defiende su posición hasta el final delante de quien sea, negociando duramente pero que acaba firmando con nosotros.

Conozco varios casos de esos (son la inmensa mayoría): compradores profesionales que depositan toda la confianza en una empresa, producto , servicio aún a sabiendas de que lo va a tener que luchar (en ocasiones mucho) internamente.

Esos locos compradores que tienen la mala costumbre de decidir comprar lo que realmente consideran lo mejor para su empresa (tienen formación y experiencia contrastadas), al margen de comentarios accesorios, al margen de presiones, y que valoran todos los aspectos (técnicos, garantía, valor añadido, etc.) y no sólo el precio.

Porque, vender únicamente por precio es malo, pero comprar solo por precio es peor.

Esos son los compradores profesionales con los que todos queremos encontrarnos, claros como el agua y que te dicen al final de una dura negociación una de las dos siguientes frases:

- Tu opción es la mejor, por precio, calidad, etc. Así que quiero tu producto: adelante.

- Tu opción no es la mejor: lo siento. No perdamos el tiempo. La próxima vez será.

Yo conozco dos casos muy destacables en los que, por defender su postura a ultranza, tuvieron verdaderos problemas internos en sus empresas, ambas grandes multinacionales  españolas de diferentes sectores. Pero en ambos casos, al final se demostró que su decisión fue la más acertada.

Ambos dos gozan cada día de más prestigio en sus empresas.

A todos esos compradores, gracias aunque nos hagáis sudar y sufrir. La recompensa merece la pena.