sábado, 24 de mayo de 2014

Reuniones de ventas. ¿Largas o cortas?


Una de las cuestiones que más se debaten es si las reuniones de trabajo en general y las de ventas en particular deben ser de mayor o menor duración.

 
Hay opiniones para todos los gustos así que yo me atrevo a dar la mía propia:

 
¿Reuniones largas o cortas? Pues depende.

 
En mi opinión, no creo que se pueda o deba generalizar en este tema, todos hemos estado en reuniones muy productivas de corta y de larga duración y viceversa.

 
Lo importante es tener claro que una reunión debe tener como objetivo la toma de decisiones o la definición de estrategias futuras y por tanto se debe convocar para eso y finalizar con unas conclusiones claras.

 
Es decir, si nos reunimos para un tema concreto, se debe tener como objetivo la resolución de ese asunto o la definición de como actuar.


El caso de las reuniones de ventas tiene que perseguir el mismo objetivo: trabajar en equipo en la búsqueda de soluciones y definición de estrategias de futuro. Debe ser por tanto motivadora, amena, participativa y resolutiva.


Por tanto, si somos capaces de debatir en equipo, aportar soluciones y concretar líneas de actuación, que más da si la reunión es larga o corta?
 

A veces se dice que una reunión de ventas muy larga es improductiva. Desde luego, si es para limitarse a dar un discurso eterno sobre el estado de las ventas y luego tener una conversación entre el director y cada uno de los comerciales mientras el resto está pensando en a ver si se acaba ya esto, a ver si cuando me toque a mi no me meten mucha caña, etc. pues sí, es improductiva independientemente de la duración de la misma.


Si por contra la reunión de ventas está bien planteada, tiene una agenda clara, toca temas que son de interés de todo el equipo comercial, se produce interacción con otros departamentos, se habla sobre los clientes más importantes, se permite que todos hablen y aporten (debate) y al final se sacan conclusiones, una mayor alineación del equipo con la estrategia de la empresa y una lista de cosas por hacer con responsables y plazos para ejecutarlas, en este caso el tiempo (mucho o poco) estará perfectamente bien invertido.

 
Así por tanto, cuestionar la duración de una reunión dependerá de como se plantee la misma:

 
- Corta y bien planificada, perfecto. Larga y bien planificada, también.

 
- Corta y mal planificada, mal. Larga y mal planificada, peor.

 

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