miércoles, 16 de abril de 2014

No visites a un cliente para “saludar”.


Es muy frecuente que en alguna ocasión un comercial se vea tentado a visitar un cliente porque “pasaba por aquí y venia a ver qué tal te va…”. Así, sin más.

Como relación pública, perfecto. Como eficacia y rentabilidad para la empresa, nulo.

Con esto quiero decir que si queremos visitar a un cliente, debemos dar una imagen profesional:

1. Concertar antes la reunión. Aparecer de repente puede no ser lo más adecuado: el cliente puede estar ocupado tener otros problemas en los que pensar.

2. Siempre que se visite a un cliente debe haber un motivo para ello. De nada sirve ir a perder nuestro tiempo o el de nuestro cliente.

Y es que el tiempo de un comercial es muy valioso (también el de nuestro cliente, no lo olvidemos) y por tanto debemos ser lo suficientemente estrategas para visitar con inteligencia y no visitar por visitar.

Ya sé que a veces este tipo de visitas sirven para justificarse delante de un jefe que exige un número de visitas a la semana, al mes, etc. En este caso, esos jefes se quedan muy tranquilos sabiendo que se hacen x visitas al mes… mal jefe es ese si se queda sólo con el número y da por bueno lo de “le visité para saludar…”. Porque, para saludar mejor quedar el sábado o el domingo y tomar unas cervezas, ¿no?

En resumen, hagamos menos visitas pero de calidad, con fondo, con propuestas, con algo que ofrecer  y ocupemos ese tiempo sobrante a planificar las visitas, a pensar en la estrategia a seguir para lograr los objetivos, etc.

Vale mucho más hacer pocas visitas pero bien planificadas y con posibilidad de resultados que muchas para “saludar” os lo garantizo.
 

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